Lineas ParaRelas Es una falta de ortografía con patas.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Carnage



"Dos niños discuten y uno ataca al otro armado con un palo. No, armado no, sujetando un palo. Al final de la pelea, el otro acaba desfigurado. ¿Desfigurado? ¿Cómo? Mi hijo no ha desfigurado al suyo. Sí, tiene un diente roto y el nervio dañado. Ayudaremos con los gastos del dentista, con el tiempo ni se notará. "

Éste es el punto de partida de Un Dios Salvaje (Carnage), lo que en principio pretendía ser una manera civilizada, educada, y por qué no, hipócrita, de dos matrimonios que se reunen para solucionar y hablar sobre la disputa de sus hijos. En los primeros minutos sonrisas cordiales, charlas ligeras, y una invitación para tomar un café, nos permiten empezar a descubrir las vidas de estos personajes. Pero son los primeros roces (y posteriores desencuentros) los que nos muestran el verdadero carácter de cada uno. Con el transcurso del tiempo, el autocontrol resulta más difícil de mantener y presenciamos la caída de las apariencias y la consecuente disputa entre las dos familias, caos, hombres contra mujeres, unos tragos de güisqui que aceleran el ritmo, y matrimonios enfrentados entre si.


Estamos frente a una película de personajes humanos, que en sus defectos y virtudes (pocas) nos muestran los de la sociedad y los nuestros. Estamos ante una magnífica interpretación y un guión fluido. Estamos, sobre todo, frente a una comedia divertidísima que nos hará reírnos casi sin querer durante 79 minutos.

En medio de una cartelera con tendencia a invitarnos a evadirnos de la realidad, Roman Polanski se enfrenta a la ardua tarea de entretenernos con cuatro personajes, una sola ubicación, y un argumento simple. Nada de efectos especiales, saltos en el tiempo, historias grandilocuentes, o criaturas místicas. Y sin embargo, lo consigue.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Fringe

J.J Abrams es el padre de la heredera de Lost, Fringe. Esta serie de ciencia ficción, deudora de Expediente X, abarca en cada episodio misterios y curiosidades de la ciencia y la física moderna, con dosis de acción y misterio, englobando los casos que resuelven entorno a la mecánica cuántica. Visto así, suena altamene extraño y de mentes privilegiadas, pero en realidad el personaje del senil Walter Bishop, otrora científico extraordinario, da un cariz humano a la ciencia, y la explica en términos de calle.


La idea de los universos paralelos está tomada de Perdidos claramente. Concebido como una curiosidad, conforme avanza la serie va adquiriendo más importancia hasta acaparar la tercera temporada por completo. Pero la temática no se circunscribe únicamente al desvarío de realidades, sino que otras historias, las de los personajes de cada capítulo y caso, acaparan la verdadera historia de Fringe.

Al igual que la serie de Jack y compañía, Fringe goza de una música esencial en su historia. Es una música original, instrumental, sencilla, suave, que acentúa y no crea tensión, sino que la acrecenta de forma casi natural. El oppening de esta serie -además de albergar claves argumentales de la serie- está muy bien construida y varía según las temporadas.

Fringe es una historia de interrogantes eternos, de cuestiones concatenadas que nunca se resolverán. Olivia Dunham, humilde y trabajadora agente del FBI, colabora con Peter Bishop, mercenario y trotamundos solitario e hijo del científico malvado encerrado en un psiquiátrico, Walter. Éste último, víctima de ¿Alzheimer?, será el que mediante reminiscencias de sus tiempos mozos -y de hombre malvado del que ahora se arrepiente haber sido-, ayude a resolver los enigmas y acercarse a la verdad- .

Esa verdad que en Fringe es incalcanzable.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Jornada de reflexión

No quiero insistir en política en la víspera electoral; más bien, lo que deseo es criticar lo que es la Jornada de Reflexión en sí.


Para mí una fecha como ésta me resulta burguesa por lo que implica: que las familias y los ciudadanos se reúnan a discutir qué voto van a dar. Como si, en primer lugar, fueran familias y no ciudadanos, como si no tuvieran ocupaciones y, lo más importante: como si no se quisiera escuchar a los políticos veinticuatro horas antes de que sean abiertos los colegios electorales. Pero no olvidemos que la segunda preocupación de los españoles es la clase política. Es obvio que aborrecen los mítines y la campaña electoral, pero sobre todo es sabido que durante todo el año, no únicamente ahora, los españoles desisten de tener políticos que cumplan sus expectativas. Luego, ¿por qué pretenden protegernos de unas últimas horas contagiosas, de dudas, de anuncios políticos, en definitiva, de política?

El Estado actual dice continuamente qué hay que hacer, cuándo hay que empezar la campaña electoral, cuántos avales tienes que encontrar para presentar una candidatura al Congreso, la indispensabilidad y obligatoriedad de la Monarquía... y la ilegalidad de reuniones políticas y manifestaciones antes de unas elecciones. Si se pensó esta fecha para poder calmar los ánimos de una sociedad con furiosa con los gobernantes, se consiguió con esta medida obligar al pueblo a apagarse con agua fría ante fechas señaladas, olvidar las circunstancias extraordinarias del domingo y volver momentáneamente a la rutina. Incluso se consigue más abstención.

Por ejemplo, en las elecciones autonómicas y municipales, el movimiento 15-M se tornó ilegal, y con una orden judicial que impedía su presencia en Sol, hizo desacato u oídos sordos y gritó con más fuerza en el corazón de la capital mientras las campanadas de la medianoche hacían ver a sus manifestantes la idiotez de una norma como la prohibición de actor públicos políticos en la Jornada de Reflexión. El Gobierno Socialista se vio obligado a mirar a otro lado, a incumplir un mandato judicial para no provocar una Toma de la Bastilla.

Así pues, esta fecha es inútil, es de una democracia primitiva y cosmopolita, casi aristocrática, que descansa los sábados sin trabajar como si eso fuera el espejo de nuestra sociedad. Su prohibición es por tanto ridícula. ¿Y entonces por qué sigue existiendo esa norma? Es como la Ley Electoral: el interés es la fuerza más grande del universo, y dentro del hombre. O también son presas de ese miedo irracional al reformismo, como lo atado en la Transición fuera inviolable. En cualquier caso, censuran. Y no es de extrañar: la prohibición es la medida rápida de los gobiernos sin criterio. Y de los que tienen miedo.

España debe estar siempre en campaña electoral, los trescientos sesenta y cinco días del año. De lo contrario, democracia es votar cada cuatro años. Es salir de casa una vez por legislatura. Es no participar activamente de los aciertos errores de los políticos. Democracia no es sólo el veinte de noviembre; democracia es todo el año.

viernes, 11 de noviembre de 2011

11-11-11, un día especial

En una fecha como estas, en la que un capicúa con el número once no se volverá a repetir hasta dentro de cien años, quiere reflexionar un poco en este blog y aprovechar el tirón comercial (y de comentarios) que ofrece una fecha significativa. Sí, la gente es vaga para comentar, pero confío en que lean unas pocas palabras de lo que voy a decir, queden prendidos y me escriban algo para que no parezca que esto es uno de esos carteles electorales mohosos y despreciados.

sábado, 5 de noviembre de 2011

(Hache)

Aunque tiene ya unos años, hace tan sólo unas semanas que vi Martín (Hache). Este filme se adentra en las relaciones humanas, las drogas, el sexo, el deseo de encontrar un lugar en el mundo, el amor y la falta de él. Podría hablar de cómo me ha encandilado esta película, de cómo me hipnotizaron ciertos diálogos, y cómo sobran ciertos detalles... O podría dejaros con una de mis escenas preferidas y dejar que hable por si sola.

viernes, 21 de octubre de 2011

Campaña electoral

Navegando por YouTube encuentro varios spots publicitarios de elecciones pasadas, algunos mejores, otros peores...pero siempre interesantes de ver y analizar.

sábado, 15 de octubre de 2011

«¡Se rieron de nosotros!»

UPyD se ha consolidado como la alternativa fuerte de las próximas elecciones del 20-N -junto a IU y Equo- frente a la marca bipartidista tan quemada por los últimos acontecimientos sociales y económicos, y sobre todo rechazada por la población simpatizante con el movimiento 15-M.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Siete películas a recomendar (II)

1. Saw

La primera parte de una saga rodundante y efectista desde su tercera entrega en adelante, es una película de terror y suspense donde dos desconocidos se ven obligados a cooperar en un baño en ninguna parte, secuestrados por un psicópata moral que quiere que se autoinflinjan daño como castigo a su dudosa buena conducta. Las historias paralelas te quitan el aliento, el asesino te quita el aliento, el final te deja extasiado y la sangre fluye tristemente al igual que el optimismo del espectador respecto al género humano. No es tan gore como la pintan, al menos este primer capítulo.

2. Star Wars IV: Una Nueva Esperanza


Tremendamente original, e hipnótica. A New Hope es una aventuras especial épica de buenos contra malos, de unos libertadores que luchan contra el tirano de turno que encabeza el Imperio Galáctico. Amor, peleas, aventuras, un héroe que quiere ocupar su hogar en el universo y una banda sonora que no tiene queja alguna... ¿Qué más quieres? Servidor vio las tres primeras pensando que seguirían un estilo similar en la segundo trilogía, pero qué equivocado estaba. Del episodio tercero al cuarto hay todo un mundo. Seguiría viendo esta película ad infinitum. Qué chulada de futuro imaginó George Lucas.

3. La lista de Schindler


Hablar del ojito derecho de Spielberg es hablar de palabras mayores. El director norteamericano rodó el horror del Holocausto a base de blanco y negro, austeridad, calma y dedicación. ¿Qué tienen los judíos en esta película que tanto te conmueven? Realismo. No encontrarás en esta cinta una declaración política, ni un apasionado discurso de los derechos humanos. Sin embargo, hallarás diminutos actos de bondad en personajes rodeados de bestias que esperan de ellos la animalidad. Resumen de la trama, gracias a Filmfaffinity:

Oskar Schindler, un hombre de enorme astucia y talento para las relaciones públicas, organiza un ambicioso plan para ganarse la simpatía de los nazis. Después de la invasión de Polonia por los alemanes  consigue, gracias a sus relaciones con ellos, la propiedad de una fábrica de Cracovia. Allí emplea a cientos de operarios judíos, cuya explotación le hace prosperar rápidamente. Su gerente, también judío, es el verdadero director en la sombra, pues  carece completamente de conocimientos para dirigir una empresa.

4. El color púrpura




Una mujer negra sin cultura y sin apoyos debe soportar una vida de esclavitud y calvario. Sin embargo, no se rendirá e intentará hallar a lo que le queda de familia. La película, a grandes rasgos, explica lo que tiene que soportar una persona constantemente humillada. Perdió frente a "Memorias de África" en los Oscars. Injustamente tratada, es en este caso una joya de Spielberg menospreciada por sensiblera y rural.

5. Antes de que el diablo sepa que has muerto


Dos hermanos sin escrúpulos necesitan dinero y no tienen reparos en hacer lo que haga falta para conseguirlo. Es una película trágica, oscura, desagradable, donde se ve al hombre estúpido, egoísta e infantil caer en un pozo sin fondo de violencia, delincuencia y desconfianza. Efectivamente, tal y como dice el título, sus personajes irán directos al infierno por cobardes. Tiene escenas sumamente desagradables, incluyendo una primera escena claramente sexual obsecena, directa, vomitiva.

6. Million Dollar Baby


Un arisco entrenador de gimnasio accede a echar un cable a una joven con deseos de ser boxeadora. Frente a su personal desdén por los demás, ella conserva una fe y una determinación inmutables. ¿Qué sucederá? Que ascenderá como la espuma y que tendrá que esforzarse cada vez más para culminar en algo alejado de Rocky y del boxeo: en un auténtico drama. Peliculón de los que prefiere el silencio y un rostro adusto y complejo como el de este americano, a la música estridente y a la lágrima fácil.

7. Babel.



Una visión cosmopolita, universal, pluricultural y desoladora que paradójicamente arremete contra la desesperanza del hombre moderno. En resumidas cuentas, esto es de lo que trata la película de González Iñárritu, centrada en varias historias repartidas en distintos continentes con una raíz común difícil de adivinar. Una serie de acontecimientos, incluído el disparo accidental a una ciudadana norteamericana, desencadena un cambio en las vidas de varias personas con diferentes lenguas, que muestran sus vida tal y como es y cómo les gustaría que fuera. Pese a todo, esta última acaba en algo parecido al optimismo.

domingo, 18 de septiembre de 2011

¿Es la política el arte de la mentira?

En tiempos de crisis la política se infecta de malas críticas; de repente, la óptica pública se ceba con el gobernador de turno y deja ver todo su rancio historial de errores bien y mal intencionados que antes, en la bonanza, se ignoraba.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Educación segregada

La mayoría de los centros educativos segregados por sexo son religiosos. En mi opinión, un error. Si es esgrime la idea educacional de que hay que formar a los niños para lo que hay más allá de la escuela, la sociedad, hay que ser realistas y afrontar la realidad desde una óptica plural: en la sociedad conviven hombres y mujeres. Además, no se ajustan a los cánones sociales establecidos por la religión más expandida en España. Las mujeres llevan minifalda, los hombres se casan con hombres y los que se ajustan a la imagen de fiel pródigo no votan al partido que la Iglesia considera mejor.
La escuela dividida por sexo toca a su fin. Es un método arcaico para repuntar la sexualidad -cuando curiosamente es justo su propósito opuesto- que se mantiene codo a codo con la religiosidad ferviente y arraigada de este país. Es curioso, al menos para mí, la sinonimia "educación privada" y "religiosidad", como si la educación de lujo no pudiera estar exenta de laicidad, como si el monopolio de la mejor enseñanza le perteneciera al Vaticano y no a un gremio con grandes dotes pedagógicas.

domingo, 11 de septiembre de 2011

11-S

En el décimo aniversario del evento que cambió la historia americana y universal e inauguró la era del terror del terrorismo- dándonos a los españoles de lleno con los atentados en los trenes en marzo del 2003-, la historia no ha cambiado mucho.
Los países fuertes siguen siendo fuertes; EEUU acapara aún la hegemonía mundial y Europa se tambalea frente a una crisis económica que la ha dejado desnuda y ha dejado entrever los escúalida que puede ser el gigante impulsado por Alemania. África sigue dormida y muriéndose de hambre, China y Japón siguen creciendo a ritmos agigantados, uno más lento que el otro, y lo único que parece haber cambiado en las últimas fechas y haber traído un rayo de esperanza ha sido la Primavera Árabe que nuestros hijos estudiarán en el colegio como insólitas.

lunes, 22 de agosto de 2011

Saw

El gore es aburrido si no es otra cosa que continuos ríos de sangre y vísceras. ¿Qué placer hay en ver esas desagradables escenas de dolor y animalidad? Sin embargo, Saw no es tan desagradable como pensaba; es más bien una sensación de desasosiego y artificialidad lo que impregna la película, con ese baño roñoso, mohoso y cavernoso como palacio de torturas, y con personas desesperadas que sufren algo parecido al infierno más clásico.


Es interesante conocer brevemente la naturaleza del asesino en una película de este género, aunque ésta en concreta sea una mescolanza del género grotesco y policíaco. ¿Se da en este filme esa pequeña profundización en la psicología del malo de turno? Sí. ¿Se profundiza lo suficiente? No.

Los personajes son simples, están caracterizados de forma esquemática y contienen sorpresas para el avance de la historia. Diría que uno de los secretos de Saw es el protagonismo dado a las víctimas de la película, que no es igual con el asesino. Para el homicida se le guarda un tupido velo de misterio y desconocimiento, pero en los desconocidos que yacen moribundos se les da el timón de la película de una forma tan humana y cercana que el espectador interioriza la película y se frusta ante la naturaleza dantesca de la situación.

Tendrá muchos errores, pero el atractivo de Saw es sin duda su guión magnético; no eres capaz de mirar a otro lado durante el transcurso de la película, porque las historias e imagenes, si bien viscosas y ofensivas, son parte de una trama que se revoluciona como una roca cayendo por una ladera, con más fuerza. Con más velocidad. Con más descontrol. Cuando empiezas a verla, es un no parar.

sábado, 20 de agosto de 2011

La crisis del verano

No hablo de la económica, sino del vacío existencial y creativo que me surge en el período estival. Me siento como vago, recluido en mi casa víctima del infierno ambiental de la calle, y mi único alivio, la escritura creativa, las redes sociales y la lectura, me abocan a tumbarme a la hamaca y no salir de allí excepto a por bebida.
Es la una y media de la mañana. Un sofoco naranja cae del cielo como fiereza; no veo a nadie recorriendo las calles y empiezo a tener hambre. Es por la mañana y por la noche, en verano, cuando me siento más vivo. Ahora estoy presa de un tiempo agobiante y frustrante. Viva el aire acondicionado. Vivan las vacaciones de verano. Viva el país, que esta dormido durante un mes como si el apocalipsis hubiera barrido de personas los núcleos urbanos.
Solecillo de agosto, qué cabrón eres.

martes, 9 de agosto de 2011

Las ovejas extraviadas

 En el momento en el que Marcelino conoció a la futura madre de sus hijos, no pensó en la familia que ella tendría, ni en las dificultades que tendría que sortear para estar con ella, sino simplemente que por fin había encontrado a la mujer de sus sueños. Si hubiera pensado en toda la artillería pesada que tenía escondida la familia de su novia para él, seguiría soltero, solo, solitario, viviendo en un apartamento de solteros de mala muerte más solo que la una. Sin embargo, como no se devanó los sesos al decir “Sí quiero”, tuvo que soportar todo eso y más.
Marcelino Camacho terminó sus estudios en la Escuela de Comercio y se fue a trabajar a una importante empresa de electrodomésticos en Madrid. Era el recién el casado y el novato jovenzuelo que más trabajo tenía que llevar a cabo, pero no le importaba. Llegaba a casa satisfecho consigo mismo: traía el pan de todos los días, como un buen hombre debe hacer, y tenía una mujer maravillosa que lo amaba con locura. ¿Qué se puede pedir más?
Pronto ascendió en la empresa y pasó a ocupar cargos más importantes. Acaparaba cada vez más protagonismo: era un empleado ejemplar, humilde y diligente, con iniciativa; pero lo más importante: era útil para la empresa.
Sin embargo, su vida tenía un punto flaco. El talón de Aquiles de su felicidad era su suegro Agustín. El Chulo de las Cabras, como lo llamaban en su pueblo, era un cascarrabias rácano, malhablado que no soportaba a su yerno y que disfrutaba haciéndole la vida imposible. Era el dirigente de una cooperativa agraria de un pueblo de Guadalalajara, y a pesar de sus ochenta y pico se ocupaba de sus cabras y de la organización de su sociedad pastoril con increíble eficacia. Si la humildad hubiera impregnado su manera de hablar, hubiera sido un trabajador ejemplar, disciplinado y buen padre de familia retirado, pero un fardón, al menos con Agustín, y un viejote verde que no soportaba ver a su única hija con un chupatintas de la capital.
-Entérate de una vez-le había dicho en más de una ocasión-, estás aquí con un visado de mi hija que es cien por cien temporal. Cuando ella se canse de ti, Dios quiera que sea pronto, o tú me hagas cansarme más rápido de lo habitual, cogeré mi escopeta y te subiré los cojones hasta la garganta. ¿Queda claro? Así que soportémonos de momento, hasta que quiera romperte esa cara de vallecano que no puedo soportar.
Ese era el plan: soportarse o morir.
Marcelino había aceptado el plan. Después de todo, eso era mejo que nada. Sin embargo, su suegro tenía reservadas artimañas de viejo de campo para su yerno, artimañas crueles que esperaban despertar en el joven madrileño el deseo de volver a la ciudad y dejar el campo y a su esposa para otro vida, pero fue inútil: cada vez que Marcelino iba para Villavieja del Camino con su esposa, a las afueras del campo, donde sólo hay llanuras y un potente sol castellano, y su suegro le preparaba todo tipo de bromas o escapadas para humillarlo aún más, él encajaba los golpes, las burlas y los insultos que ya ni escondía. Le insultaba directamente a la cara, balbuceando jerga del campo que sólo los vecinos de Villavieja comprendían y reían, y lo hacía moviendo su dentadura caduca y enferma, negra como las morcillas que cenaban.
Ocurrió sin embargo, que algo cambió en su conducta: empezó a respetarlo. Parecía sorprendido de haber encajado todos sus insultos durante los ya dos años y medio de matrimonio con su hija, así que hecho a la idea de poder estar frente al padre de sus nietos, decidió establecer una tregua… de nuevo.
Así, el suegro pastor decidió dejar de enseñarse con él y tratarlo como igual, pero la paz duró poco. Le encontraron un cáncer al anciano y tuvo que quejarse durante dos meses en la casa de su hija en Madrid. Dos largos y tediosos meses en los que el viejo suegro se entrometía en toda la organización de la casa de Marcelino. Llegaba a casa del trabajo, cansado y adormilado, esperando finiquitar los últimos trámites del trato con alguna que otra empresa, y se encontraba con el viejo entrando en su despacho, cuestionando sus papeles y su burocracia, no dejándolo trabajar… Pero su esposa le impedía echarlo de casa o matarlo, que era lo que deseaba; de hecho, estaba feliz de pasar esos meses con “sus únicos dos hombre”, y no podía mirarle a la cara y reprocharle la higiene de su padre, su intromisión en todo, la poca intimidad que les dejaba o sus faltas de consideración de nuevo severas.
El suegro, como las cucarachas, sobrevivió. Tan feliz estaba y tan satisfecho de cómo habían ido las cosas, que no tuvo prisa en irse de nuevo para su villa. Eso sí, el último día les invitó a todos a su restaurante favorito en Madrid. Comieron marisco y bebieron champán para celebrar la completa extirpación del cáncer y los buenos resultados de la venta de leche.
Cuando por fin se fue, su mujer le susurró:
-Oye, ¿te han comentado mi padre lo que les está pasando en el pueblo?
-No, ¿de qué se trata?
-Alguien les está robando las cabras. Bueno, robando, robando… Alguien las espanta en el monte y las deja perdidas para fastidiarle el negocio a mi padre.
-¡Caray! Qué faena-dijo Marcelino, sin lamentar en demasía la mala suerte del viejo.
Se lo imaginó persiguiendo a un hombre de negro en medio de la noche, con garrote en mano, hecho una furia.
-Toda una faena-sonrió.
Sin embargo, la única alegría amarga que le había dado su suegro le duró bien poco: eso no le convenía. Tras sus buenos resultados lecheros, Marcelino había invertido una suntuosa suma de dinero en la leche de su suegro, y no le interesaba que alguien fuera por ahí robando animales al viejo.
Decidido, Marcelino hizo lo último que su mujer hubiera esperado: se tomó unos días libres en la empresa y se marchó a Villavieja del Camino para echar una mano a su señor suegro. Allí, el viejo recibió su ayuda para resolver el misterio a regañadientes, mientras que la señora suegra agradecía y ponía por las nubes al ejemplar marido de su hija.
Marcelinó empleó una semana en el campo para instalar vallas de seguridad en las inmediaciones del terreno. Sin embargo, no surgieron efecto. En su estancia, tres cabras salieron del pueblo y no volvieron. Ni siquiera el perro pastor, que guardaba de noche el lugar, podía impedir que esa persona fantasma que aturdía a los animales actuara a sus anchas.
-Maldito hijo de puta-gritaba el viejo.-Como coja a ese bastardo…Mira, ¡mira cómo se pone la cara al pensar en ese malnacido! Lo mato, ¡como lo coja lo mato! ¡No responderé de mis actos, Luisa, no responderé!
Fue durante la última noche en Villavieja cuando se dio cuenta Marcelino de lo que estaba pasando. Cuando se acostaba a dormir, reventado de arreglar el campo y mejorar su seguridad, se levantaba adormilado, sin abrir los párpados, pie uno detrás de otro, sin mediar palabra con nadie y caminando en silencio como un mudo.Iba al campo, daba varias vueltas,  y luego abría el establo de las cabras y las soltaba y las bufaba sin ningún reparo. El perro, que presenciaba todo, no actuaba de manera ninguna. Como conocía a Marcelino de toda la vida, lo tomaba como dueño suyo y no creía estar viendo un robo o un ataque contra nadie.
Sin embargo, quien descubrió la verdad fue Luisa. La suegra fue la que al día siguiente, a expensas de su marido, que lo habría matado de saberlo, le confesó su noctambulismo al propio Marcelino, para impedir su conducta de nuevo y que el suegro pudiera matarlo si llegara a descubrirlo.
-Márchate a Madrid. Venga, vete. Oh, Dios mío, como lo sepa Iñigo te mata, Marcelino. Vete, vete de una vez, por Dios.
Así fue. Se marchó del pueblo poniendo pies en polvorosa sin mirar atrás. Cada vez que miraba el retrovisor, veía en vez de campo y verde, a campesinos enfurecidos, capitaneados por Iñigo, su suegro, y enarbolado palas y antorchas humeantes como en el Medievo.De nuevo en Madrid empezó a ir a un psicólogo: resultó que su noctambulismo lo llevaba arrastrando muchos años y que había actuado en sus sueños perjudicando a su suegro por enrevesados motivos freudianos de dominación. Así que, a fin de cuentas, la culpa de ese deseo inherente de querer destruir la propia de su suegro era…de su suegro.
El tiempo pasó, y tanto la suegra como el yerno siguieron ocultado el secreto del Azuzador de Cabras para el bien común.Al año siguiente, su esposa se quedó embarazada. Cinco años más tarde, vinieron los mellizos.El tiempo pasó tan rápido en Villavieja y en la capital…
El joven recién casado sin mucho capital acabó dirigiendo su propia mediana empresa de televisores de plasma, y el viejecillo fardón acabó por aceptar más o menos bien a su yerno , en una tercera tregua esta vez más fructífera y prolongada.
Y después de tantos y tantos años de conflictos y peleas, de odios y de insoportables palabras, el suegro se tiró a una cama y de allí no salió.Se quedó un año entero con cansancio, diciendo que casi no poder andar, pensar o respirar. Los médicos lo achacaron a la edad, que era mi avanzada, y a su testarudez, que aún lo era más.
Sucedió algo sorprendente: pese a todo, echaba de menos a su suegro de antes, hiperactivo, metomentodo, orgulloso castellano-manchego, y cuando le vio en la cama, en el futuro lecho de muerte, más como pasivo anciano que como viejo cascarrabias, una pena hondísima le encogió el corazón.
-Suegro, pese a todo, creo que te he querido durante estos años.
El viejo sonrió e hizo algo parecido a un gesto de cariño al padre de sus nietos.
-Yo también-respondió el viejo-, y que conste que sabía lo cabrón que fuiste con mis cabras, pedazo de hijo de puta.

Blade Runner

Harrison Ford ya no es el ladronzuelo intergalático y mujeriego que brillaba en la Guerra de las Galaxias, sino un viejete con cierto arte para conservarse en vinagre a lo George Clooney. Sin embargo, tuvo un papel estelar aparte del de Han Solo. Hablo de la película Blade Runner.

Basado en el relato "¿Sueñan los robots con ovejas eléctricas?", Blade Runner es la búsqueda por parte de un policía pseudoretirado de unos robots con forma humana denominados replicantes. No todos saben que lo son, ni que, como medida de seguridad, sus creadores se las ingeneriaron para dotarlos de un reloj biológico extremadamente corto, de unos cuatro años, así que la misión de nuestro protagonista no será tarea fácil: debe encontrarlos y detenerlos, pues son peligrosos en extremo.

Primera en el género de los robots con conciencia, es una perla de la ciencia ficción coetánea de Alien, tiene unos diálogos a los western que quitan el hipo y un aire a los clásicos de Hollywood, con un héroe bueno, guapo y valiente.

Carlos Boyero dijo que esta película tenía todo el tiempo una atmósfera de tragedia griega. Qué razón tenía.

sábado, 6 de agosto de 2011

Feliz cumpleaños, Presidente

Coincidencias del destino aparte, el otro día fue el cumpleaños de José Luis Rodríguez Zapatero y de Barack Obama. Sí, el mismo día. No es coña. Los dos planetarios de Pajín naciendo en la misma fecha. Increíble pero cierto. Y, en cierta manera, ese coincidencia me hizo reflexionar un poco sobre ambos políticos. Dos políticos tocados y ¿hundidos?



Obama ha demostrado ser lo que muchos republicanos, desgraciadamente, pregonizaban. El presidente mulato de la primera potencia mundial es puro markéting, una sucesión de sonrisas y lágrimas que encandila a la población. No es un funcionario capaz y cabal como para rescatar un país; es el hombre que todos los americanos quieren ver sentado en la Casa Blanca. Y llegamos a la cuestión de qué es mejor, priorizar el factor humano y populista de tener a un presidente carismático, o ceder al miedo de que el país pueda salirse del cauce de bonanza económica y escoger a un republicano intoxicado por el Tea Party, odioso e impopular, pero con un don para multiplicar las arcas del estado.

Hay que ser justos: Obama no lo ha tenido fácil. Tras su inmediata elección su  oposición ha conseguido mayor poder y que su popularidad descienda drásticamente. También hay que tener en cuenta la crítica situación de EE.UU, que ha visto el abismo del paro, el déficit e incluso la suspensión de pagos.

¿Y ZP? Zapatero es un zombie político. Agoniza lentamente. Sigue sin aprobar las encuestas. Sigue intentando sobrevivir a la crisis, pero ya se ha rendido: cede el poder a Rubalcaba, se retira de la política y convoca elecciones anticipadas. ¿Qué panorama hay en España? Incertidumbre por doquier. Y es que, aunque gane el Partido Popular las elecciones generales y se consiga mayor confianza en los mercados, la severa situación económica hace ver que todavía se no se ha extinguido lo peor. Noviembre es la fecha elegida, concretamente el aniversario de la muerte de Franco, para acabar con el ciclo del Zapaterismo. Para bien o para mal, el Maquiavelo de León dejará la Moncloa a un nuevo huésped. Y parece ser que no será un químico.

Feliz cumpleaños, Presidente.

viernes, 22 de julio de 2011

Adiós, Camps

El President de la Generalitat ha dejado el cargo tras una brutal campaña periodística en su contra. Es curioso que haya sido ahora, tras unos escasos meses de las autonómicas, cuando haya decidido dimitir. Ahora, que la masa popular -valga la rodundancia- le ha dado un cheque en blanco para una legislatura ampliamente apoyada en las urnas. ¿Tiene Rajoy una estratagema? Bajo su aspecto frailesco y anodino, puede que se esconda un intenligente as en la manga. El regreso inesperado de Francisco Camps al panorama político podría significar un golpe de efecto crucial si se produjera tras una sentencia favorable para el valenciano. O tal vez el presidente del PP le haya prometido un asiento ministerial a cambio de no romper las encuestas del partido en vísperas de un período electoral. O, tal vez, la verdad es más sencilla, y simplemente es culpable de cohecho y desde Génova le han ordenado abandonar el poder o agonizar lentamente.

Desde luego la masa periodística no se ha comportado como debería con él; aunque sigue sigue sin gustarme su retórica retroalimentante, con las mismas críticas a la situación de España y con unas semblanzas hipócritas a su presidente nacional -que un analista de El País consideró falsos mediante sus gestos-, he de admitir que el conjunto de la sociedad se ha cebado con el pobre hombre desde un principio, aún cuando no estaba tan metido en el fregado del caso Gürtel como lo está ahora.

¿Cuando dimitió Bermejo, hará dos años, se montó la que se ha estado enfrentando con el antiguo President? Porque creo que no sufrió el mismo acoso mediático el ministro de justicia pillado de cazería con el juez Garzón que este presidente imputado por trajes -aunque se supone la punta del iceberg-.

De cualquier modo ahora hay otro presidente autonómico, el alcalde de Castellón, un hombre que va a llevar el gobierno que había organizado Camps como el que recoge lo sembrado por otro. Por otro lado ¿y Rita Barberá? ¿Por qué no han puesto a esta mujer que genera odio y amor por doquier? Tiene don de gentes, ha sido presidente del partido regional y controla Valencia como feudo inalterable.

Otro misterio más.

domingo, 3 de julio de 2011

Si la vida te da un tortazo, ríete

Cuanto Cabrón y Asco de vida son dos páginas webs primas hermanas que se basan en lo mismo: comediar la mala suerte ajena; el cachondeo puro, vamos. Y cuando estoy triste, o cansado, o simplemente me aburro mucho, sé que estas dos páginas me arrancarán una sonrisa y me harán más leve lo que me ha motivado a zambullirme, como un zombie desganado, por Internet.

¿Quién no se ha reído con la sección Sexo o Familia de Asco de Vida? ¿O quién no se ha partido en dos con los memes de Cuanto Cabrón? En serio, probadlos como remedio. Funcionan.







¿Quién dejo que lo bueno no era gratis?

viernes, 1 de julio de 2011

Las reliquias de la muerte



Como decía el promocional de Panteón "El final ha llegado"; y como todos los finales de saga, los momentos épicos promenten.
Quiero ver el final de la saga, ver cómo han montado el final de esta historia y ver el carpetazo cinematográfico que ha marcado mi infancia.


Dentro de poco, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (Parte 2).

sábado, 25 de junio de 2011

El verano lo cambia todo

Cuando llega el estío y en general todo el mundo piensa en vacaciones, tranquilidad y modorra, algo sucede en nuestras vidas que no percibimos: que se paralizan. De repente, nuestros proyectos más urgentes ya no tienen tanta prisa, nuestra jornada laboral se concibe como una cuenta atrás para nuestro pisito en Benidorm, y nuestra máxima aspiración es descansar en la piscina de nuestras preocupaciones.

Sin embargo, esta mentalidad veraniega no es sólo temporal; en el caso de nuestro país, somos veraniegos todo el año. ¿La causa? Nuestra sangre mediterránea. Con ella vivimos más las fiestas, somos pasionales comos los latinos europeos, y finalmente, trabajamos comos los que menos. La tradición anglosajona, en cambio, más centrada en el trabajo y con un clima desafortunado, se focaliza más en el trabajo y allí productividad es igual a salario, calumnia, en cambio, en España.

De ahí que los alemanes, suizos, franceses...vengan a nuestro literal mediterráneo; ellos no tienen nuestra fuego en la sangre, nuestra alegría por el calor del verano-sólo hace faltar ver cómo festejamos las fiestas de San Juan para ver nuestro verdadero yo, uno festival y exótico-. Y es que el calor lo cambia todo a su paso; es el parentésis que el año, y las personas, necesitan.

sábado, 11 de junio de 2011

Laura Gallego, presente y futuro

Laura Gallego es para mí un ejemplo de escritor que va a perdurar en el panorama literario español, y no porque acapare en su bibliografía a los más famosos best-sellers de la época, sino por todo lo contrario: por consagrarse como una autora paulatina, disciplinada, exigente en cuanto a su propia calidad literaria, que pone por encima del corto plazo de la venta fácil y el marketing,  un largo plazo destacable por su humildad.



Esta autora valenciana raramente sale en el telediario. Nunca opina sobre su vida personal, y menos sobre política o sobre otros temas. Se cirscunscribe a sus contables entrevistas y en su foro, twitter y página web propia a lo literario y juvenil, y esa concreción le ha granjeado unos horda de fieles que más que seguidores que esperan sus adaptaciones cinematográficas, como Meyer, son fieles lectores que prefieren leer a los malos hábitos de la juventud, que escriben con todas las letras y tienen cariño a sus personajes. Son, en definitiva, la juventud transparente y de la que no se habla para romper tópicos.

En cuanto a tu estilo, es sencillo. De hecho, la sencillez es lo que caracteriza su obra. Sus personajes suelen renovarse, no cumplir arquetipos, guiarse, más que por otros propósitos, por sus propios sentimientos a la hora de actuar en la narración, y constituir siempre, desde el principio y fin del libro, una evolución interesante. La amistad, pero sobre todo el amor, es el tema sobre el que versan los problemas de sus protagonistas; es un amor tímido e introspectivo, con numerosos diálogos interiores, y que raramente explota en pasión o en aclaraciones directas sobre esos sentimientos. Pero lejos de ser amilbarado, Laura Gallego emplea su imaginación más profunda para llamar la atención del que lee sobre el mundo fantástico creado, un mundo que, paradójicamente, es muy racional: la autora establece una serie de normas en sus mundos, una serie de patrones de lo que suele ocurrir en esos parajes fantásticos de serpientes voladoras, ángeles o alfombras mágicas. Así, siempre sorprende al lector rompiendo la monotonía de esos lugares y colocando elementos desestabilizadores que atrapan al lector -sus golpes de efectos pasan por evitar lo que se creía que iba a ocurrir en ese mundo fantástico-.

Precisamente es notorio el empleo de ella de recursos lógicos: sus personajes no son simples apasionados que gritan y chillan, sino que concatenan argumentos lógicos para llegar a conclusiones. Esto no significa que su obra sea un manual de lógica, sino que a la hora de salir de una enboscada, el personaje piensa "Las posibilidades, las soluciones, el método..." en lugar de "Mierda, me han pillado, voy a morir, no volveré a ver a X..."


Llas imágenes de ese mundo fantástico se visualizan fácilmente, creando una estética sencilla, casi infantil, pero en tanto en cuanto es sencilla, clara y sin pinceladas barrocas que intenten decir más de lo que es. No es, por tanto, una autora que use efectismo narrativos más o menos aceptables; se decanta por una narración unipersonal, omnipresente y, en una excepción, en primera persona.

¿Conclusión? Que no soy uno de esos fans alocados a los que le parece una autora alguien perfecto, no: para mí, tienes su peros, sus errores, hasta su influencia a nivel personal en lo literario afecta más de lo que cree; pero sigue siendo una escritora, una buena escritora que se esfuerza, que es honesta y que llega perfectamente a lo más hondo del lector. Y eso no es fácil.

sábado, 4 de junio de 2011

Castas según tu licenciatura

Publica MSN España, una web de muy baja categoría, una lista de las carreras con menos demanda, menos sueldo y menos, en definitiva, fama. En primer lugar, la página tiene tan poco criterio que han empleado datos estadounidenses para elaborar una serie de consejos a un público español. Pero sobre todo, se han basado en datos absurdas como el sueldo medio o desvaríos varios.

La carrera de Fisioterapia, por ejemplo, hasta hacía poco era de segunda categoría. ¿Qué ocurrió? Que la demanda de fisioterapeutas se despegó como el voto popular en las últimas autómicas. De repente, el vacío laboral de estos técnicos creó un éxodo contrario: todo el mundo corrió a las facultades de fisioterapia para cursar una carrera que otrora había sido desdeñada.

Las carreras más específicas como la que ha cursado un servidor este año han sido calificadas de poco rentables:  las filologías, en general, junto por ejemplo a la inglesa, han sido tachadas de poco prácticas.
¿Hasta cuándo con este menosprecio educativo? Una riqueza cultura y social radica en la diversidad de su pueblo. Si la población no sabe estudiar sino una corta lista de grados, ¿qué futuro van a tener cuando la oferta se paralize y los miles de licenciados se empiecen a pelear a mordisco por los últimso puestos de trabajo de un sector obsoleto y congelado?

Un estudiante, no sólo de letras, sino de aquellos estudios mermados por este mercado unilateral, se ve abocado hacia un exilio laboral, en aras de aprender o bien idioma, o bien cómo encontrar un buen trabajo en otro terreno donde sí se valora lo que has aprendido y no sé contruyen castas según el grado que tengas.

sábado, 28 de mayo de 2011

La dama


Labios cálidos rojos,
Fresas infladas tiernas y suaves
Ojos azules
Claros, suaves.
Sonrisa grande,
Sincera, honesta, enamorada
Y piel mortecina,
Hálito de invierno,
Piel de reina.
Todo esto baila mientras me miras,
Y me dices, y me pides
Y me hablas, y me besas,
Mientras yo estoy pendiente de ti,
Y tú estás pendiente de mi;
Mientras el tiempo pasa,
Mientras el tiempo muere.

martes, 17 de mayo de 2011

Revolución

Que es necesaria una ciudadanía activa y preocupada es una verdad que durante dos días hemos escuchado mucho: se trata de una de las demandas del grupo ¡Democracia Real Ya!, que ha organizado, y con mucho éxito, en el día de ayer, una manifestación multitudinaria por todo el país. Es una queja pública en cada municipio importante de España, pero ha arraigado sobre todo en Madrid.

Este movimiento goza de éxito precisamente por el menosprecio de la opinión pública: la mayoría de los medios de comunicación no han cubierto su última manifestación el domingo, y esto les ha fortalecido. Por un lado, la actitud del Gobierno ha intentado sacar rédido electoral de alguna manera, pero el tiro les ha salido por la cultata -han intentado enfocarlo como algo beneficioso para ellos, pero con la publicación del manifiesto en su propia página web, el PSOE, por ejemplo, ha demostrado que se les escapa de las manos esta situación tan crítica con su gestión institucional-. Por otro, el PP ha intentado criticar por encima estas quejas anti-sistema, pero ha sido ridículo su argumentanción; mientras IU intenta enganchar a una juventud decepcionada con ellos también.

El País dice que se debe a la fiebre democrática que han contagiado la Primavera Árabe y a los sábados de Islandia, y al gancho enorme de Facebook y Twitter, que son honestos y sencillos, no como los partidos políticos que tenemos, que, dicen, están podridos, no representan al pueblo y monopolizan la democracia. Sin embargo, han tardado poco en polarizar la noticia a favor de la ribera de Gómez, candidato socialista de Madrid. No se puede pedir más de una prensa del grupo Prisa.




En definitiva, la ciudadanía ha hablado. Y ha sido crítica, objetiva y pacífica. Y lo ha hecho sin mojarse en ningún partido político. Por una sencilla razón: aunque acusen a los manifestantes de ser jóvenes de primero de carrera, y con eso digan que son de izquierdas, en realidad saben que es la crítica del pueblo, que está harto de aguantar como todo lo que aprueba su gobierno va en contra de lo que quieren, y de cómo el resto de partidos parecen vivir en otras tierras.

¿Revolución? Crítica democrática, más bien.

miércoles, 11 de mayo de 2011

2012

El fin del mundo tan pseudocientífico de esa mierda de película para acercarse con demasiadas casualidades: la primera potencia del mundo con inundaciones y tornados arrasadores, Japón con terremotos y tsunamis, España con seísmos cuando nunca había tenido problemas de este tipo.

¿A que es curioso? ¡Pues son meras casualidades! El 2021 será un año normal y corriente y, en el caso de que algo ocurriera, algo catastrófico, algo terriblemente malo que cambiara nuestra cosmovisión actual, no sería más que fruto del azar. Las desgracias son azar. El 2012 es azar.

Y no hay que temer al azar.

martes, 10 de mayo de 2011

A quién voy a votar

Confesaría mis inquietudes políticas del 22-M y mi intención de voto si tuviera claro a quién voy a votar. Y si lo tuviera verdaderamente claro y estuviera cofinando plenamente en una fuerza política, me afilaría a esa fuerza. Pero no es así, y dudo de que sea de este modo en el futuro. En caso contrario, recordadme estas líneas.


Desde siempre todos hemos tenido prejuicios políticos. Normalmente adoptamos o bien la postura ideológica de nuestros padres o abrazamos justo la contraria por estar en oposición a ellos y desarrollar nuestra madurez. Sin embargo, llega un punto en el que ambas fuerzas son decepcionantes; hablo de los dos partidos políticos que monopolizan las elecciones.

El Partido Socialista me decepciona. Por ideología, acapara toda la poesía marxista de igualdad y progreso, junto a un declarado amor por lo democrático. Sin embargo, su ideario en la praxis decepciona. Y no veas cuánto. Defienden a tiranos de izquierdas, demagogian lingüísticamente y políticamente con la igualdad como si fuera cuestión de ponerle artículos femeninos a todos los plurales y nombres de referencia -Españolas y Españoles-, y por si fuera poco tienen a un mentecato como secretario general, ZP. Este es la decepción en persona. Si bien es poca cosa cuando le ves, se trata en realidad de un Maquiavelo en acción al que le importan los fines, no los medios. Para ser de izquierdas, y honesto, mintió sobre la crisis, montó un chanchullo con ETA, la lió parda azuzando y amordazando a los controladores aéreos, subió los impuestos, privatizó de todo y a todos, incluyendo aeropuertos, hizo recortes, y sobre todo, dejó al país con una tasa de paro que afecta a una de cada cuatro personas de la población activa.

Sin embargo, el Partido Popular no es mejor. Con corrientes más liberales y otras más reaccionarias focalizadas en Madrid, sin un líder fuerte y decidido y con la corrupción en la sombra, este partido liberal tiene de liberal lo de Bin Laden de vivo. Liberal no es sólo un liberalismo económico. Fíjate en Gran Bretaña, donde los liberales distan de los conservadores en muchas cosas. No se puede liberal y al mismo tiempo invitar al gobierno a la Santa Sede. No se puede ser liberal y al mismo tiempo someterse a los juicios de una Iglesia en materia de educación cívica y sexual. No. El PP no es liberal; es conservador. Y qué conservador. Es un país anclado en ideas viejas, con pocas iniciativas modernas. Aunque farda en las elecciones de integrar inmigrantes, socialmente, ¿dónde están los musulmanes? ¿Y los homosexuales? ¿Dónde está esa pluralidad social que se ven en otros partidos? No verás rapados, ni tatuados, ni prototipos de personas que no entran en una Iglesia llena de demócratas, sí, nadie duda de su rechazo a ideas falangistas, pero de demócratas clásicos casi republicanos. Ese es, en mi opinión, la mayor falta del PP: su renovación nula. Su arcaísmo. Ah, y su electoralismo. Su máxima siempre es ganar elecciones. ¿Por qué, si no, no expulsó del Gobierno a ZP en los albores de esta crisis económica? ¿Por qué los militantes del PP  nunca dimiten excepto bajo severa sentencia judicial? El PP no es lo mejor del mundo, pero ganará las próximas elecciones porque hay que culpar al Gobierno del paro existente.

¿Alternativas? Son pocas, y no tienen oportunidades. Izquierda Unida no llega nunca al poder por su exagerado compromiso con causas perdidas -abanderan la República por todas partes cuando vivimos en una monarquía-, o por su apoyo excéntrico y solitario a puntos de vista menospreciados para acaparar un mayor espectro de votos -defienden a Chávez, a Castro, y casi al dictador de Libia-. Y es curioso, porque en ocasiones parecen los mayores enemigos del PSOE y no del PP.
Por otro lado, UPyD está resurgiendo en nuestro país con fuerza. Aunque tiene un discurso eficaz y hasta convincente y satisfactorio, por lo menos para mí, aprovecha en realidad las ambigüedades del centro político y el populismo dialéctico de su fundadora. Y esa es otra; no pienso votar a un partido en Castilla-La Mancha por mucho que su líder nacional me caiga bien si su líder autonómico es un total desconocido para mí. Además, UPyD sería un excelente partido...en la oposición. Ya demostraron partidos como UCD que el centro democrático es demasiado ambiguo e inexistente -el centro, en palabras de Rosa Díez, no existe, pero sí personas de derechas e izquierdas juntas-, por ejemplo en matería económica o social: ¿Defienden la subida o la bajada de impuestos? ¿Dónde estarían sus apoyos a la hora de elegir un presidente de los partidos mayoritarios, en las rosas o en las gaviotas?


Y por si fuera poco, un fantasma recorre España: el fantasma de la indiferencia, y hasta el hastío político. Cada vez son menos los interesados en los que les gobiernan, porque hablan de cosas que a nadie interesa, generalmente son de la capital y por si fuera poco sus partidos les absorben para intereses particulares y no generales.

domingo, 8 de mayo de 2011

Poesía negra (II)

300 es un gran regalo de los dioses. Lo gore, la pasión, la negrura y la bravura son los componentes de esta película basada en las batallas del rey espartano Leónidas y sus hombres con el fin de detener las tropas persas que conquistan y arrasan todo lo que encontraban en su expasión desdeOriente.

¿Qué tiene 300 de especial? Está basado en un cómic, así que se centra ante todo en la forma con la que se dice la historia, y no tanto en el propio argumento-también trabajado-. La oscuridad, la sangre, el aire épico, dramático y sobre todo, trágico, impregnan cada fotograma. Más que estar en el cine, lo que sientes viendo 300 es que corres por una galería de arte gótico-histórica.

Y en el plano didáctico, aunque aprovecha recursos narrativos lejos de la realidad histórica, es una buena fuente para conocer cómo vivía Esparta.


Vamos, que está genial.

domingo, 1 de mayo de 2011

Hazlo por los niños

Odio a los reaccionarios que valiéndose de una supuesta defensa de la inocencia de los niños, critican las medidas progresistas. En realidad, camuflan sus prejuicios en una nube de humo de moralidad barata y casi religiosa para ocultar el simple hecho de que no quieren cambiar su situación actual porque temen lo nuevo. No les culpo. En realidad, son los que les inducen ese miedo mediante falacias los responsables de ese miedo inherente al cambio social. Que si adopción, fecundación in vitro, homosexualidad, aborto, prostitución....

Generalmente cuando un padre enarbola como argumento la defensa moral de sus hijos hace algo deleznable: aprovecha la virtud de sus retoños para criticar una idea que un colectivo le ha inculcado como malo.

viernes, 22 de abril de 2011

Juego de Tronos 1x01

Por fin llegó la serie que todos estábamos esperando. Juego de Tronos ha hecho acto de presencia y, no sé vosotros, pero este primer capítulo me ha cautivado. Ver los personajes de George R.R Martin en carnes, con música, con auténticos blasones...no tiene precio.

Veamos el contenido del episodio.
Cuidado: spoilers.




miércoles, 6 de abril de 2011

La llama electoral



Voy a votar en las próximas elecciones municipales. No tengo claro a quién, pero sí por qué: se ha luchado mucho por tener un derecho que ahora nos parece deleznable, inútil y hasta aburrido. Tenemos que regenerar el gusto por votar, por decidir qué se debe hacer en nuestro municipio. La decepción debe dar paso a la queja.

Sin embargo, ningún partido me convence. Todos son hipócritas y egoístas. Desde los más grandes que acaparan todos los escaños hasta los más chiquitos, que decepcionan sobre todo porque se tenía la esperanza puesta en ellos...

PP, PSOE, IU, UPyD, PCast... Opciones hay, desde luego, pero todas tienen un pero.

No sé a qué partido votar. Pero tengo claro a quién no.

sábado, 2 de abril de 2011

Calvina

Este Premio El Barco de Vapor me ha gustado bastante. Es un libro corto, ameno, y muy ingenioso; el autor gusta de constantes juegos de palabras y preguntas retóricas. En mi opinión, es un libro inteligente, que juega con lo que el lector va leyendo poco a poco. Para acabar, tiene un final original, cíclico, ingenioso.

¿Qué pasa? Ahora me van los libros cortos.

domingo, 27 de marzo de 2011

¿Por qué Libia?

¿Por petróleo, por una defensa a ultranza de los derechos humanos, por las imágenes opresoras que llegan desde Internet -y dejan en muy mal lugar a nuestros gobiernos ante su pasividad- o porque se acerca un período de elecciones?


Era imposible sospechar que en un período tan calmado de la historia como ha sido esta última década -exceptuando algún atentado y algún conflicto aislado- se fuera a fraguar una revolución comparada ahora con las que produjeron la Caída del Muro. El mundo árabe ha sabido decir "basta" por fin, ¿pero por qué ahora? Las motivaciones se saben; pero no igual sus principales detonantes: un joven se inmoló en Túnez en señal de protesta contra el régimen. Fue brutal para la imagen pública del gobierno y para el Islam. Ese fue un detonante. ¿Las armas de las que se valieron los rebeldes? Internet.

Facebook, Twitter... fueron las pistolas, los fusiles, las bombas con las que se valieron para una organización subversiva contra los régimenes árabes. ¿Regímenes, en plural? Sí, porque se contagiaron por doquiera rápidamente, triunfando ampliamente, cambiando la política internacional inexplicablemente. Empezó en Túnez y acabó en Libia. ¿O no? 

¿Libia es el fin por ser la que se más lleva arrastrando el conflicto? Si el país de Gadafi vence a su dictador, ¿supondrá el principio del fin de un continente obsoleto, esclavo de Occidente?


"Nadie pudo preveerlo, pero luego todo el mundo pudo explicarlo."

Libia es la clave, el punto álgido de una balanza en la que Occidente se ha visto obligado a intervenir: aunque en un lado estaba el interés económico y por otro el interés humanitario, y no pensaban invertirla por nada del mundo, la prensa, Internet, la opinión pública les ha obligado a actuar prestamente para evitar un segundo Sarajevo que ridiculice Europa y, lo que es más, pueda dejar sin suministros energéticos a todo el mundo desarrollado.

Pero deben ir en ese país con pies de plomo: se juegan una interpretación colonialista por parte de África si inclumplen sus propósitos y se dedican a buscar armas de destrucción masiva, perdón, dictadores con cuentas en Suiza, como argumento para explotar pozos petrolíferos.

¿Es esta la punta del iceberg? Si la Tercera Guerra Mundial va a venir del mundo árabe, un mundo tan desarrollado como para plantar cara al resto del planeta, era necesario un cambio de esta dimensión...ampliado más. El cambio aún no ha terminado. La ola de cambio del mundo árabe, como lo llama El País, no ha hecho más que empezar.

¿Suena muy de novela de ciencia-ficción barata o terroríficamente real?

viernes, 18 de marzo de 2011

Un tsnami de cambios

Mientras Japón se hunde y lucha por sobrevivir contra la radiación, el mundo Árabe vive sus revoluciones fructíferas, con mayor o menor facilidad.

Una guerra civil sacude Libia y el mundo occidental ha decidido intervenir.

¿Un segundo Irak? No lo creo.

domingo, 13 de marzo de 2011

El mal infantil

Hoy día nos sorprenden cuando llegan a nuestros oídos historias protagonizas por niños y cuya actitud es desde luego de una crueldad absolutamente adulta. Tratamos de explicar estos fallos educativos con una mala educación de los padres durante toda la infancia del pequeño, pero rompen estas teorías los miles de niños de corta edad que demuestran un egocentrismo abrumador y ejemplifican teorías antropológicas que ponen al hombre como un peligro para el resto por su continúa lucha contra los demás como lobos hambrientos por sus propios intereses.



En su libro La fenomenología del espíritu el filósofo idealista alemán Hegel (1770—1831) introdujo un concepto filosófico conocido como Dialéctica del Amo y el Esclavo cuya genialidad y originalidad sólo fueron superadas por sus múltiples interpretaciones. Marx, por ejemplo, tomó este concepto heredado a su vez de la adaptación de Fuerbach  con unas connotaciones sociales referidas a la eterna oposición entre proletariado y burguesía.

En esta obra el objeto de análisis todo el tiempo es el desarrollo de la conciencia durante el proceso de conocer y conocerse a sí misma, y será el símil ideal de cómo crece y se desarrolla la conciencia de un bebé hasta la madurez, y de cómo en cierto punto la conciencia de un niño iguala en el mismo estadio a la de un perfecto adulto.

Remontémonos al primer momento de la conciencia, la llamada certeza sensible. Aquí se forma la vinculación básica de la conciencia con el exterior; empieza a saber que hay más allá de sí misma. Se descubrirá que el objeto descubierto, lo que es no es la conciencia, es algo complejo, pues aúna dos características básicas que se contraponen: que es un único todo y que posee múltiples características. La oposición entre unidad y diversidad pondrá en tela de juicio la capacidad de la percepción de la conciencia, pero dejará de confundirse y fundirá ambos atributos. En ese momento se llegará a una conclusión: que las diferencias en el objeto no existían, que la verdad es simplemente una captación de la conciencia. La conciencia entonces se ve a sí misma como conciencia responsable del conocimiento: primero ella veía el objeto de una forma y luego de otra, y se ha dado cuenta de que la contradicción que la enervaba era inexistente. Se pasa pues a ser autoconciencia, conciencia que sabe después de haber tratado de hallar la verdad en el exterior cuando se encuentra en su interior.

Este punto es importante. Consciente sí mismo, esto es, autoconciencia, descubre que la ajena lo es también. Esto quiere decir que se defiende  de la recién conocida  conciencia ajena, pues se percata que al ser la conciencia ajena pone en riesgo su monopolio como autoconciencia. Así, se plantea destruir a la recién conocida y ocurre algo interesante: se percata que no quiere destruirla, ni eliminarla, porque su destrucción implicaría que una parte de sí misma desapareciera. Lo que desea la autoconciencia de Hegel es el reconocimiento de la otra conciencia como autoconciencia, porque es lo máximo que puede ofrecerla otra conciencia. De esta forma, se crea un vínculo inquebrantable entre ambas.


Aquí entran los roles de amo y esclavo. Las dos conciencias querrán lo mismo y estarán en igualdad de oportunidades; sin embargo, sus reacciones serán opuestas. Mientras que una deseará bajo cualquier concepto el reconocimiento, otra tendrá miedo de que la otra conciencia le quite lo más preciado que tiene: la vida. Así, el amo anunciará que no teme perderla a cambio del reconocimiento, y esto aterrará al esclavo, que obedecerá al amo para no perder la vida. De esta forma comenzará su esclavitud al servicio del amo, que consistirá en cumplir sus deseos y permitir su yugo. 


Terminará este proceso con la inversión de la dialéctica. El esclavo manejará la naturaleza para conseguir productos que satisfagan al amo y acabará asociándose al trabajo. El amo, por su lado, se acomodará y olvidará la técnica que le permite sobrevivir. Al olvidarlo, la dependencia se intercambiará: el amo pasará a ser siervo del esclavo por su disciplina del trabajo que él no maneja; se cambiarán ambos de papel y se invertirá el orden.


Y esto ¿qué tiene que ver con niños? Bien, atribuyendo a un pequeño recién nacido el papel de conciencia, podemos estipular cómo el pequeño construye su mundo siguiendo su desarrollo paralelamente al de la dialéctica.


Primeramente el pequeño conoce lo otro, lo ajeno, la cosa; su madre, su padre, su abuela... Todo lo que no es él. Entonces, se percata, tras el tiempo, que esa identidad que vela por su seguridad y que es su mundo –es totalmente dependiente de su entorno—, es plural. Su cuidadores son varios: un hombre y una mujer, son distintos y se alternan su cuidado, o incluso lo delegan a terceras personas —canguros—. Aquí el pequeño ve la pluralidad y la unidad conjuntas, inseparables. Y tal vez como consecuencia de esta no obtendrá autoconciencia en el sentido maduro de la palabra, pero sí identificará un sujeto primitivo que es él que aprende y crece.


La fenomenología de Hegel se puede seguir aplicando a cómo se despierta una conciencia en el mundo. El niño se verá pronto como emperador de todo lo que le rodea: sus jueguetes, su perro…Todo. Sin embargo, en algún punto intermedio se sacudirá su libertad. Más tarde o más pronto, el bebé querrá algo con insistencia –un juguete caro, por ejemplo—, y los padres recharazán sus deseos, se impondrán, se rebelarán.
El papel del niño se verá ahora confuso. Pasará a ser un esclavo de los padres, que le dan lo que quieren, que le atienden si quieren y lo alimentan si lo desean. Sin embargo, el niño se dará cuenta que esas restricciones serán meramente puntuales: los padres están unidos a él por un vínculo biológico –son sus creadores— y social –no está bien visto que unos padres se desentiendan de su hijo—.
Así comenzará la inversión, y la inversión de la inversión… Simplemente un choque. El hijo sabrá de la dependencia de los padres, y sabrá también su resistencia a obedecerlo ciegamente, por lo que luchará fieramente hasta la madurez para conseguir ganar ese gran pulso en los momentos de su vida en los que precise de la pasividad de sus padres.


Así, los roles de amo y esclavo en la paternidad son clave para la educación. Un niño jamás podrá desarrollar su potencial, su educación y su responsabilidad si no acepta que su rol de amo es efímero y está subordinado a sus padres, así como el amo no podrá seguir siendo amo a menos que se de cuenta de que el esclavo en realidad controla toda su vida.


La madurez, por tanto, no es otra cosa sino la voluntaria y directa cesión del poder, del poder como amo, para convertirse en esclavo voluntariamente. Esto aparentemente no tiene lógica, pues en la dialéctica hegeliana el propósito de la conciencia es el reconocimiento. Sin embargo, este no es incompatible con la subordinación a otra conciencia si con ello la conciencia no se siente inferior. Esto es, la conciencia madura distingue su rol real y su rol interpretado para hacer creer al otro que maneja la situación, y porque llegado a un punto el reconocimiento que tiene él mismo ganado por su autoconciencia o por otras conciencias le permiten sobrellevar ese yugo dialéctico, esa vergüenza pesarosa de ser esclavo. 


El padre acepta criar al niño porque no teme el no reconocimiento de su hijo, su falta de subordinación, porque la sociedad anterior a su hijo ya le ha dado el reconocimiento que le hacía falta. Como los niños no han estado con esas sociedad anterior, no han tenido jamás reconocimiento, y se lo exigen a los padres porque es condición indispensable como conciencia. Es pues, causa de su desobediencia y rebeldía de los menores el reconocimiento que ansían del mundo exterior y que no pertenece a los padres.


Resumiendo; Hegel establece que la conciencia humana primero capta lo que es ajeno a él y luego, mediante una prospección interior, se percata que la verdad nace en él, naciendo el concepto autoconciencia. Una vez definido como autoconciencia, busca el reconocimiento y chocan sus intereses de reconocerse como única conciencia con otras. Así se crean las figuras del señor y el siervo, como el valiente y el cobarde, el que cede y el que no. Sin embargo, en realidad la madurez la posee el que ha cedido, pues ha madurado más y se cultiva en el trabajo avasallándose para el amo. Así, cuando el amo descuida el trabajo y depende del esclavo se invierte la dialéctica.


Extrapolándolo al panorama de la psicología infantil, la mente de un niño desea mandar y cambiar todo su universo hasta que los padres frenan su ansia conquistadora. Entonces el niño piensa que es un esclavo de ellos, pero los padres tienen más dependencia del pequeño a nivel socio-biológico. Luego se produce una pugna de poder que no es tal, pues no luchan por el poder aquellos que ya lo tienen –en este caso, los padres, por el reconocimiento—.


Si tuviéramos pues, que definir la madurez dialéctica perfecta sería con la inversión de la dialéctica, pues entonces supondría la total oposición aparente a nuestros intereses por nuestra madurez –nuestra voluntaria renuncia al rol de amo por esclavo porque ya poseemos el reconocimiento—.
Sin embargo, reside una contradicción con el pensamiento de Hegel en que el final de la dialéctica sería la inversión del esclavo que pasa a ser amo; pero en realidad no es tal; sólo que esa inversión es interior, podría decirse ficticia. En realidad, aunque sigue siendo el amo el niño, son los padres los que manejan la situación, pero dejan creer al niño que es el amo.


El problema educacional actual es que los padres no dejan claro a sus hijos su posición inferior, su vasallaje, y con esto los hijos procuran constantemente rebelarse contra ellos. Si, dejando creer a los hijos que son amos estos, al cabo del tiempo y de la madurez precisa, rechazaran el rol de amo porque no lo necesitan, sus padres no lo habrían educado mal. Pero el problema es que a pesar de estos dos caminos los pequeños siguen creyendo que son intocables, protegidos por los padres. Un ejemplo son los adolescentes que no han abandonado su pensamiento infantil y se dejan depender de sus padres porque así no tienen que emanciparse con todas las obligaciones que conlleva. ¿Por qué hacerlo, si mis padres me dan de comer todos los días y aunque falte al insti sólo me echaran la regañina, no me echaran de casa?


A esta actitud de rebeldía también hay que sumar la rebelión política al  Estado, su cuestionamiento fruto de la implantación de la democracia. Antes, cuando mamá te decía que hicieras la cama, obedecías; ahora, puedes alegar que es anticonstitucional, que vulnera tus derechos, o que incumple tu convenio.
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