Cuesta encontrar buen cine y buenos libros. Odiamos la modernidad porque vemos decadencia relativa de décadas cercanas: comparivamente vamos degenerando y no dudamos de ello. Pero cuando hacemos un buen producto recelamos, en un caso de humildad exagerada, depresiva, como si nuestros abuelos artistas fueran dioses y cuestionar su superioridad fuera un pecado.
En llamas demuestra que las cosas puedes ser diferentes. Aun teniendo caracterísitcas de los filmes juveniles que exporta América, tiene algo, un algo muy característico. ¿Qué es? ¿Será que no es exclusivamente para jóvenes? Creo que estamos ante una película de adultos adaptada un poco a jóvenes. Pero dicha adaptación no pudre el contenido, porque sus personajes no se recortan, sino que se transforman en los mismos... solo que menos crecidos físicamente.
Sin haber leído el libro, puedo juzgar ambas películas, y si la primera se queda corta a pesar de ser aceptable como distopía juvenil de acción y mínimo gore, la segunda es una evolución del concepto político, del sadismo y de los roles. Sí, tiene un triángulo amoroso, pero es un triángulo amoroso: no es la figura geométrica abortiva que venden en Crepúsculo o en series de televisión.
Pero es que supera el ámbito estrictamente de imberbes: la película alcanza y supera películas supuestamente para adultos por su realismo y detalles, su música, sus actores jóvenes pero intensos, su sobriedad y su estilo. El pretexto político me encantó: sin complicarse con demasiadas explicaciones, encaja bien en su papel en la historia. El malvado Presidente tiene sus aficiones bien definidas, sus intenciones, sus frases, sus silencios. Los Tributos son simpáticos, únicos. Definen bien a los grupos. Definen bien a los que morirán. A los que vivirán. Tal vez los malvados de los Juegos son escasamente esbozados. Pero qué más da. No le pido la perfección. Por lo visto, se ciñe mucho al libro: ¿por qué acusarle de fallos al director cuando puede ser de la autora dicho desarrollo de la trama? ¿Y qué decir de todas las referencias a la ciencia-ficción, a Roma, a los Juegos Olímpicos, a la genealogía de EE. UU. y al fascismo alemán?
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