Woody Allen no deja indiferente a nadie. Si estilo europeizante, su prosa en la pantalla, le han hecho un hueco en la filmografía estadounidense como un director de cine independiente único.
La tensión que respirar sus personajes, el núcleo de su obra, es la clave de su éxito. Pese a ser trabajo del actor el denotar sus futuras acciones -dotonantes en el futuro, es decir, tensión-, es un cliché en sus obras encontrarse o, mejor percibir, cómo a lo largo de todo el largometraje se intuye cómo acabrá la historia, cómo se sucederán los acontemientos, creando un pánico en el espectador que de alguna forma lo inmoviliza en la butaca.
Scoop o Si la cosa funciona son algunas de sus pelis y, particularmente, son las que mejor representan a lo que me refiero: sus actores pasan a un plan secundario a favor de la relación entre ellos. Visto así, es la actuación de estos la que se coloca en primera plana. Ver alguna de sus películas y lo comprenderéis.
1 comentario:
A mí me encanta Misterioso asesinato en Manhattan y Poderosa Afrodita, hace mucho que no las veo...
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