Harrison Ford ya no es el ladronzuelo intergalático y mujeriego que brillaba en la Guerra de las Galaxias, sino un viejete con cierto arte para conservarse en vinagre a lo George Clooney. Sin embargo, tuvo un papel estelar aparte del de Han Solo. Hablo de la película Blade Runner.
Basado en el relato "¿Sueñan los robots con ovejas eléctricas?", Blade Runner es la búsqueda por parte de un policía pseudoretirado de unos robots con forma humana denominados replicantes. No todos saben que lo son, ni que, como medida de seguridad, sus creadores se las ingeneriaron para dotarlos de un reloj biológico extremadamente corto, de unos cuatro años, así que la misión de nuestro protagonista no será tarea fácil: debe encontrarlos y detenerlos, pues son peligrosos en extremo.
Primera en el género de los robots con conciencia, es una perla de la ciencia ficción coetánea de Alien, tiene unos diálogos a los western que quitan el hipo y un aire a los clásicos de Hollywood, con un héroe bueno, guapo y valiente.
Carlos Boyero dijo que esta película tenía todo el tiempo una atmósfera de tragedia griega. Qué razón tenía.
Carlos Boyero dijo que esta película tenía todo el tiempo una atmósfera de tragedia griega. Qué razón tenía.
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