Lineas ParaRelas Es una falta de ortografía con patas.

martes, 26 de febrero de 2013

Voces de la crisis (III)



 Continuamos con el Partido Popular.



Actualmente, la sociedad española está viviendo una situación de cambios económicos y sociales profundos que es evidente que necesitaba, y con “evidente” me refiero a que por mucho que se critiquen las reformas, son, bajo mi punto de vista, muy necesarias. Me detendré en las distintas reformas que se están haciendo tanto económicas como sociales.

Desde el 2001 hasta aproximadamente el 2008, España y su sector público ha sido el más beneficiado de la burbuja inmobiliaria cuya recaudación era aproximadamente de un 10%  anual y esto hizo que se incrementaran las becas, se crearan nuevos derechos sociales, se bajaran los impuestos y se redujeran las tasas, y todo esto a su vez fue aprovechado por el político que en su momento se vio como una figura buena, pero su único papel era ser un gran “capturador de votos.”

Ahora, todo esto de “tirar la casa por la ventana” nos está pasando factura. ¿Cómo puede ser que personas que no tenían trabajo se metieran a comprarse un piso? Es totalmente irracional. Ahora todo esto se ha acabado: el precio de la vivienda está volviendo a su valor real y, al no haber dinero, no hay demanda, y por tanto, sobran trabajadores y sus respectivas empresas de construcción. Por este motivo, el sector público ha experimentado una caída en los ingresos de enormes proporciones y ahora tiene que volver a su estado real: es decir, reducir todo aquello que creó con la burbuja inmobiliaria, reducir derechos sociales, aumentar impuestos etc.

Porque ¿qué pasaría si no se hicieran estas reformas, si el sector público decidiera no ajustarse a la realidad económica? Pues que el Estado entraría en déficit y gastaría más de lo que ingresa. Y lo que ocurriría es que si decidimos no recortar y  decidimos no ajustarnos a la realidad, mantendríamos nuestro nivel de gasto actual a costa de reducirlo mucho más en el futuro; es decir, si no recortamos ahora nos tocará hacerlo mucho más en el futuro.

Con respecto a los recortes en sanidad y educación, pasa algo parecido: es decir, si recordamos no hará más de 8 o 9 años que ser funcionario era un privilegio, la mayoría de la gente opositaba para ser funcionario y normalmente había muy pocas plazas. El gusto por este puesto de trabajo era muy lógico: vivías como más de 1000 euros al mes, con vacaciones de casi tres meses en lo que respecta a los profesores y bajas de más de un mes y pagadas como si no pasara nada. Lo diré de una forma algo más vulgar: era un “todos chupando del mismo bote”.

Ahora esto pasa factura como en todo: se reducen puestos, se alargan horas y se cobra por lo que se trabaja, algo muy lógico a lo que los funcionarios no están acostumbrados con respecto a la privatización de la sanidad pública. 

Muchas personas se piensan que privatizar es tener que pagar por ser atendido o que no habrá las mismas atenciones que antes. A esto tengo que decir que con respecto a las manifestaciones que se han hecho en contra de la sanidad privada estoy totalmente en desacuerdo, porque privatizar no es eso que popularmente están diciendo: si alguien ha tenido el privilegio de informarse se habrá dado cuenta de que lo que quieren hacer es contratar empresas privadas que lleven la gestión, por ejemplo, de la limpieza, la cocina, la lavandería; y claro, ello va a conllevar algunos despidos de funcionarios, puesto que ya no va a correr a cargo del estado público si no del privado. No quiere decir que vaya a ser peor, y puedo dar un ejemplo de un hospital pionero en España en ser privatizado y en ser uno de los mejores de la comunidad de Madrid, y es el hospital de Torrejón de Ardoz. Éste es un hospital privatizado totalmente gratuito que cuenta con 250 camas, habitaciones individuales, 10 quirófanos, 6 paritorios, tecnología de vanguardia, etc., y lo más importante: en el caso de que el paciente sea dado de alta pero necesite algunos cuidados y observaciones el médico acude al domicilio sin ningún tipo de gasto. Con esto no quiero hacer publicidad del hospital, ni mucho menos, pero intento dejar constancia de que privatizar algo no es tan malo como lo pintan y que lo único que ocurre es que despiden a trabajadores y se paga por lo que se trabaja.

En cuanto a la educación pasa algo parecido: se han dado numerosas becas, se ha abusado de dar becas diría yo (ahora hay que volver a la realidad), y como todo nos han subido las tasas y nos han reducido las becas, y digo “nos” porque yo también soy universitaria, ciudadana como todos y a mí y a mi familia también le ha afectado la crisis.

La última cosa que quiero aportar es que mucha gente acusa a la iglesia y a los políticos de que ellos no se recortan, no les afecta la crisis. En el caso de los políticos ( aquí hablo de políticos y concejales), al ser funcionarios se les ha reducido el sueldo y muchos han sido despedidos; en el caso de la iglesia no comparto nada los que dicen que la iglesia no aporta nada al estado español, que su dinero sale de nuestro bolsillo y están en contra de la famosa cruz a la iglesia. Tengo que decir en primer lugar que no soy nada religiosa: ni la practico, ni me gusta; simplemente es mi tradición cultural y ya está. Pero quiero defenderla porque tengo que decir a esas personas que el dinero que se le da a la iglesia no sale del bolsillo de todos: sale de las personas que le dicen SÍ  a la iglesia, que la iglesia ahorra al Estado más de 30.000 millones de euros al año que es lo que le costaría a éste si tuviera que hacerse cargo de muchos colegios, de Cáritas y del mantenimiento de edificios artísticos que cuida la iglesia. La mayoría de parados que no tienen que llevarse a la boca comen gracias a Cáritas y me parece de una insolidaridad  tremenda que la única fuente de estado que se preocupa de verdad por nosotros la desprecien de esa manera ¿Acaso habéis visto algún comedor social en algún partido político o en algún sindicato? 

Ahora, y con esto termino, quiero decir que entiendo perfectamente a las personas que se quejan de los recortes. Si yo no me hubiera informado, si no tuviera un mínimo conocimiento de economía a lo mejor estaría manifestándome; por eso, siempre digo que antes de actuar hay que informarse de las cosas. En el gobierno del anterior presidente se hicieron numerosos destrozos y nadie fue a tirar piedras a su sede o manifestarse, a llamar fascistas a los policías por hacer su trabajo o a romper tiendas a personas que en una manifestación cumplen su deber y levantan el país ¿De verdad creéis que eso es democracia? Es evidente que son tiempos difíciles: en mi familia también hay paro, hay crisis. Vengo de una familia humilde como las demás, pero todos estamos en el mismo barco, y tenemos que atenernos a las consecuencias de las cosas; si hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, ahora tenemos que pagar; si no hemos sabido ahorrar, ahora tenemos que pagar si del estado han “chupado del bote” muchas personas; ahora hay que pagar y así van las cosas, así es la realidad.

Por tanto si alguno de vosotros me preguntáis que según mi opinión qué es lo que se debería hacer para cambiar la situación simplemente os respondería que lo que se está haciendo es lo que hay que hacer: recortes, no queda otra.

jueves, 14 de febrero de 2013

Voces de la crisis (II)

Continuamos con esta serie de artículos, en esta ocasión con un militante de UPyD. De nuevo agradecemos el esfuerzo a los participantes. Próximamente, militantes de los partidos mayoritarios a nivel nacional: el Partido Popular y el Partido Socialista.

 

Muchos se han negado a creer que el actual modelo de Estado hubiera fracasado, bien por miopía o bien porque viven de él y su reforma podría significarles una grave pérdida de influencia o de dinero. Las Comunidades Autónomas están arruinadas por haber sido incapaces de poner freno al despilfarro. Ahora los implicados tratan de escurrir el bulto. La realidad les ha caído encima, pero el diagnóstico estaba hecho desde antes, incluso, de que estallara la crisis económica.

El modelo territorial de UPyD, es un Estado federal cooperativo. Implicaría la devolución de competencias, la fusión de municipios, un sistema de financiación racional y la eliminación de los conciertos fiscales vasco y navarro. Tendría efectos positivos sobre el coste del Estado y se llevaría a cabo, ineludiblemente, a través de una reforma constitucional.

UPyD propone un Estado federal de tipo cooperativo similar al de Alemania; un Estado eficaz con competencias exclusivas en educación, sanidad, justicia o medio ambiente, que garantice a todos los ciudadanos los mismos derechos y obligaciones independientemente del lugar en que residan. Donde todas las CCAA se financien con un sistema racional y justo, sin privilegios ni excepciones como los conciertos vasco y navarro. Que distribuya eficazmente las competencias entre Estado, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos para evitar duplicidades, despilfarro y burocracia inútil. Un sistema que esté cerrado constitucionalmente, que no permita la delegación de competencias hasta el infinito, como sucede ahora. Que, en caso de duda, sostenga el principio de prevalencia federal, es decir, que cuando haya conflicto decida el Estado. Que se dote de los mecanismos necesarios para que exista auténtica cooperación entre administraciones. Que promueva una auténtica cultura federal, una lealtad y estima a España y a Europa, y no sólo a la propia región.

Hoy, la necesidad de refundar el Estado es un clamor social. Lo que se preguntan hoy los españoles, entre la angustia y la confusión, es cómo hacerlo. Algunas reformas que Unión Progreso y Democracia lleva defendiendo desde su fundación se han ido abriendo camino en el debate público, aunque no sin dificultades.

La diferencia de UPyD con el resto de partidos es que no pretende ser coherente con una ideología totalizante, sino con la realidad, ni mantener un statu quo en defensa de sus propios intereses, sino defender los principios de igualdad y libertad de todos los ciudadanos españoles.


Afiliado UPyD

miércoles, 13 de febrero de 2013

Voces de la crisis (I)

He aquí un especial sobre la crisis desde varias perpectivas, con varias personas relacionas con diferentes partidos políticos que opinan sobre la situación. Aquí tenemos al primero (ante todo, muchas gracias por redactarlo).




El contexto mundial de crisis el que tiene especial incidencia en el estado español como uno de los lugares más azotados por las medidas de austeridad y recortes así como el alto nivel de paro es desde hace tiempo motivo habitual de conversación. A nadie se le escapa el papel que están jugando los grandes capitalistas, en especial la piedra angular de este sistema que es el capital bancario, recortando y degradando las condiciones logradas por la clase trabajadora durante muchos años. Personalmente me inclino a pensar que a los trabajadores de este país nadie nos ha regalado nada, las valerosas luchas desde la mal llamada “Transición” han hecho que se consigan una serie de luchas sociales que ahora peligran. Sería fácil, cuadrarían las cuentas si a los grandes directivos de empresas se les recortase sus multimillonarios salarios, si la “contabilidad B” a cambio de valiosas adjudicaciones como hemos visto en la época de boom en la costa levantina y en la Costa del Sol se hubieran empleado en mejores fines, sin embargo el problema es más profundo.

Detrás de un político corrupto hay un empresario que se beneficia, detrás de cada ejecución hipotecaria hay un capital bancario sedicioso. El problema no es la “maldad innata” ni nada que se le parezca, no son “errores humanos” es un problema estructural, sistémico y con un nombre muy concreto: capitalismo.

El gobierno de la derecha como principal valedor de seguir haciendo pagar la crisis a los trabajadores y el nefasto resultado de la socialdemocracia que como se vio con Zapatero o el actual gobierno de la Junta de Andalucía no sirve para parar los ataques. Esta crisis es una crisis clásica, de sobreproducción; sobran viviendas, alimentos, de todo. El problema es que sobra de todo y está en muy pocas manos. Los datos sobre acumulación de la riqueza son realmente escalofriantes: el 1% de la población mundial controla el 35% de la riqueza mundial. Esta riqueza, producida por los trabajadores, está en manos de unos cuántos especuladores, y mientras estén en posesión de las palancas de la economía nada cambiará sólo puede haber lavados de cara. La única manera de lograr una “democracia real” pasa por la dimisión en bloque del gobierno del Partido Popular y la nacionalización del sector bancario y las principales palancas de la economía, en especial las empresas públicas privatizadas (Telefónica, Repsol, Renfe…) así terminaremos con el chantaje de los “mercados” (los “mercados” tienen nombre y se llaman capitalistas: Amancio Ortega, Joan Rossel, Emilio Botín) o nos enfrentaremos a la más cruda realidad de recortes, pobreza, desempleo y desahucios por mucho tiempo.

Como decía una famosa revolucionaria germana llamada Rosa Luxemburgo “Socialismo o barbarie”

Jorge Pacheco. Afiliado al Sindicato de Estudiantes, simpatizante de IU.

http://www.diagonalperiodico.net/La-globalizacion-de-los-mega-ricos.html

http://www.eleconomista.es/interstitial/volver/ing_19jul2012/banca-finanzas/noticias/4158182/08/12/La-banca-acumula-pisos-en-el-primer-semestre-por-otros-3100-millones-.html

viernes, 8 de febrero de 2013

El circo

Recientemente una persona conocida me dijo que, en un atasco en Madrid, coincidió en el coche de al lado con el exalcalde de Alcalá de Henares y actual miembro de la ejectuvia del Partido Popular madrileño. Por lo visto, aburrido en el asiento trasero, le sacó el dedo y se burló del político, lo que le enervó clara e infantilmente. Se lo comentó a su familia mientras conducian y todos rieron ante la imagen del hombre frustrado tratando de gritar a través del cristal inútilmente.

Nos dominan payasos, señores. Empezando por el dueño de las más altas esferas -Rajoy-, acabando por alcaldes ambiciosos cuya motivación por ascender de poder en el partido es incercial, lánguida, de babosa. El presidente afirma que todo lo dicho en defensa de su extesorero es verdadero -excepto alguna cosa-, al mismo tiempo que dice que su ministra de sanidad no merece dimitir por presuntamente haber cobrado de una rama del Gürtel y la expresidenta de Madrid afirma lo contrario -que debe irse cuanto antes-. Afirma también el hombre pesadilla de todas las campañas de mercadotecnia que está cansado, que no está apto para responder preguntas de las tiburones periodísticos; en esta ocasión físicamente, sin dejarse ver a través de una pantalla de plasmas al más puro estilo bíblico -oh, Mariano, eras como una zarza ardiento. Qué poética imagen. Qué visual. Que no, que Cuba no es Honduras, y que subir el IVA no repercutirá en los chuches, sino en las chuches, gallego seseante que no sabes ni decir quince en inglés-. Por si fuera poco, Rajoy defiende su orgullo a través de la confianza -recordad su lema en la campaña electoral, ésa que no fue campaña ni fue nada, que básicamente era 'Confianza' y 'Empieza el cambio'. O sea, que si se descubre el pastel del caso Bárcenas -aquél del antiguo contable del partido que parece haber desvelado accidentalmente o a propósito información muy interesante sobre una hipotética corrupción-, el presidente habrá quedado sin credibilidad. Esta consecuenta es una redundacia: sin haber estallado la burbuja negra y pestilente sobre los miembros de Génova, ya se ha hundido el PP en las encuesta. Apenas se separan medio punto las gaviotas de sus inmediatos adversarios -el Partido Socialista-. La hecatombe, pues, se acerca, pero también otra cosa: el tiempo de los gobiernos de coalición.

Pero el circo no termina aquí. El ministro Wert afirma, haciendo gala de su pluralismo y echando flores a la marca España, que los estudiantes deberían estudiar lo que más adecua al mundo laboral, no lo que desean estudiar. La directora de Hacienda, por su lado, niega taxativamente cualquier regularización fiscal de fondos negros, para luego decir '¿Qué he dicho? Seguro que he dicho una barbaridad.' Finalmente, Esperanza Aguirre -víbora por excelencia, que se alimenta y se alimentará del pastel- se ofrece como la regeneración democrática. Quiere ser el adalid de la anticorrupción; defiende una reforma de la ley electoral, además de ser más críticos los políticos. El tiranosaurius rex vuelve a la política: destaca sobre el león, la jirafa y el oso vago y dormilón que nos gobierna. Pero lo que tiene el saurio es experiencia, y fauces enormes: en cualquier momento se zampará medio circo.
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