Lineas ParaRelas Es una falta de ortografía con patas.

lunes, 30 de enero de 2012

El árbol de la vida

Explicar el origen del universo y la infancia de un niño, influenciada ésta última por la delicadeza de la madre y la rudeza del padre, éste es el argumento de la famosa El árbol de la vida. Una basofia. Una mentira.

lunes, 23 de enero de 2012

Las dos Españas y la muerte de Fraga

Parece que las dos Españas no son tan ireconciliables como parece. Sí, la democracia ha hecho que las dos Españas se turnen el poder cada ocho años, pero cada vez que se da un cambio de gobierno se fractura el pensamiento del pueblo, y lo más importante, su historia.

¿Somos tan simples los españoles que nos dividimos exclusivamente en los que veían al exministro de Franco ya fallecido como un continuador del Régimen y los que lo veían como el renovador democrático que necesitó la derecha? Las redes sociales -conquistada por los jóvenes y con mayor activismo de la izquieda- lo ven como el asesino que, en parte, era, mientras los demás medios, la televisión pública ante todo, incide en su labor como padre del actual Partido Popular y como engranaje, junto a Suárez, entre el franquismo y la transición.

¿Qué fué exactamente esa figura gallega recientemente mitificada? ¿Un asesino? ¿Un aperturista?

En la historia de España- para decepción de la justicia histórica ejemplarizada en Garzón-, así como cuando se derribó el III Reich u otros régimenes, la línea que separaba a los militares del caudillo, a los asesinos, de la población civil inocente o no tan inocente, era y es tan difusa que los gobiernos democráticos o predemocráticos se vieron y se ven obligados a emplear la anmistía como arma de reunificación nacional para el orden y la libertad que la sociedad quiere. Más aún, que pudiera pasar página el país era lo que ansiaban las víctimas de la tormenta. 

En un país como España pasar página presenta claroscuros. Si bien conseguimos consolidar un sistema equitativo justo a través de una desligación del franquismo digamos mestiza, ahora las víctimas de la Guerra Civil reclaman justicia para sus víctimas y se sienten engañados. No se proclamó la III República a la muerte del dictador, sino que se reinstauró la caduca monarquía. Y tampoco se impusieron como primer orden la aperturadel tema guerracivilista.

España cree que ha olvidado su pasado. Como dijo un argentino en Cuéntame: "Ustedes los españoles piensan que han inventado la democracia". No seamos ingenuos. Ni vivamos sin el temor de sublevaciones. El Gobierno debe ser consciente de que en España nada es estable. Una crisis como ésta aún más agravada podría acabar con nuestra realeza; una crisis como ésta podría reabrir brechas en una derecha como la que tenemos, con treinta años de experiencia democrática y sin embargo muy anclado en los principios del Movimiento.

¿Fraga fue un monstruo? ¿Fraga fue un santo? Como la mayoría de las figuras políticas de este país que no se unden en el fango de la corrupción solos y desprestigiados, fue una persona de carne y hueso, mediocre, con sus luces y sombras. El conjunto de la sociedad nunca se podrá de acuerdo en el papel que jugó.

Pero es que España aún tiene muchas luces y sombras.

sábado, 21 de enero de 2012

El nombre del viento



Feliz año nuevo. Mi ausencia durante estas semanas ha sido debida a los exámenes universitarios; me ocupan tiempo y son mi principal preocupación.

Ahora que ha empezado un nuevo año quiero corregirme respecto a lo que hice hace uno: aceptar el reto de leerme una gran cantidad de libros. Creo que eran cincuenta. No, no quiero hacer más apología de lectura atolondrada. En lugar de eso de los libros que me leo, lentamente y con cuidado. Porque así leo: despacio como un topo. Invierto mucho mi tiempo en pasar las páginas y en dejar una lectura para empezar otra. Por tanto, renuncio al reto famoso que el año pasado acepté.

Hace como unos cinco meses me terminé de leer El Nombre del Viento, una novela de aventuras fantásticas y medievales de gran éxito y que creo que merece una pequeña reseña y comentario. Bien, la novela me gustó bastante. Aunque hubo momentos en los que la lectura era demasiado pesada, o mejor dicho, alargada, el autor, y lo es que es más, la traductora, trabajaron cuidadosamente la forma de escribir, sencilla, en primera persona, directa, y la traducción, directa, concisa, y adaptada a las voces de cada momento de la narración.

Kvothe es el protagonista, un muchacho que francamente lo ha tenido todo difícil, desde una infancia de trotamundos con padres de nivel adquisitivo bastante bajo -pero grandes padres, todo hay que decirlo-, hasta una amistad menguada con su primer profesor de lo que serán los secretos de la magia de la saga Crónicas del Asesino de Reyes, pasando por una estancia en las universidad difícil y un amor imposible, misterioso, tierno, natural.

Si algo tiene esta novela es naturalidad: un universo nuevo, con nuevas deidades y sobre todo con un personaje único y a la vez típico -el trotamundos romántico y noble- se abre al ojo del lector con inusitada lentitud y precisión. Se notan reminiscencias de autores fantásticos clásicos, pero esa idea es típico viendo a un virgen de este género intengrándose en el mercado de forma tan fulgurante. En realidad, todo lo que rodea esta historia es sumamente nuevo y fresco. Los decepcionados con la literatura contemporánea no pueden negar el acicate que es ver sangre nueva en este mundo tan concentrado entorno a los adolescentes y los vampiros. Aún hay esperanza en esta negrura que es el panorama internacional de las letras. Y sí, la esperanza viene de los Estados Unidos.
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