Nos quejamos de que a los profesores les pegan los niños, les faltan el respeto y sus padres hacen todo eso y más, de que hoy en día el exceso de libertades que le damos a los críos hace de ellos bichos repelentes, y lo hacemos porque lo consideramos haber llegado hasta un extremo. Sin embargo, todavía hay casos de lo contrario: profesores que pegan a sus alumnos, que los humillan y atemorizan, o incluso pegan; y lo peor es que como argumento mucha gente lo achaca a que hemos llegado a un punto en la sociedad en que o bien se emplea este tipo de educación o se deja que ésta vaya de mal en peor por el sistema educativo transitorio que disponemon y la mentalidad de sus padres, que pende entre la indiferencia y el levantamiento violento que discute todo acto de dicho sistema público. Eso, el uso de la violencia o las faltas de respeto, no está justificado. No olvidemos que nunca un extremo es bueno.
Esta actitud se debe, en parte, a que muchos profesores han olvidado por qué estudiaron la carrera que en su momento les atrajo hacia el mundo de la educación para llegar a donde están, y , así, estiman que una mano dura es el mejor remedio para perpetuarla en los tiempos que corren, donde el magisterio está tan debatido por los que tienen alguna idea vaga de cómo es la enseñanza actual y también por los que no tienen ni la más remota idea. Además, tampoco hay que olvidar que ellos a su vez fueron educados en otro ambiente, en otra época y con otra mentalidad. Y con otros distintos métodos.
Pero educar no es sólo memorizar todos los contenidos de un libro y volcarlos en un examen, y eso parece que cada vez se recuerda menos. Aunque sí se basa en medir las capacidades de los alumnos de acuerdo a su capacidad de memorización, se olvida algo fundamental y que está en boca de todos hoy en día: también forma personas. En la escuela y en el instituto la educación también enseña el respeto, la buena educación, las formas... Por mucho que se critique el sistema por la clara defensa que hace de los derechos de los menores de edad que degenera en una atadura de manos considerable a la hora de exigir responsabilidades, no se puede conseguir mejoras si también se defiende una vuelta al pasado donde la autoridad y el miedo imperaban a la hora de inculcar conocimientos.
Modificar ese tipo de educación autoritaria es una meta alcanzable que no hará que se pierda la calidad de la enseñanza, ni mucho menos. Eso es crucial. Nunca se debe olvidar. Y ese punto aparentemente tan sencillo mucha gente no lo reconoce. De hecho, ni se lo plantea.
3 comentarios:
El respeto y la buena educación se aprenden en casa con los padres, que son los responsables de tu educación como persona. Y también se podría decir que son en parte responsables de incentivar a sus hijos en ámbito académico.
El principal problema del sistema educativo es que se carga a los profesores con una tarea que no es la suya. Ellos están en la escuela o el instituto para enseñar a los niños a leer y escribir, a contar, a tener una opinión, a formarse y adquirir conocimientos para el futuro adulto pero no a educarlo desde el punto de vista civil. Los profesores y maestros en el fondo acaban siendo una parte importante de nuestras vidas, pero no por eso son responsables de que fulanito o menganito sean más respetuosos o mejores personas.
De todas formas, uno de los trabajos más difíciles de un profesor es ganarse el respeto de sus alumnos, ese es un trabajo dificil en cualquier profesion, pero más si el respeto que te tienes que ganar es el de un quinceañero.
Sobre educación, civismo y formación podría estar hablando contigo durante horas, pero lo dejo aquí, no vaya a ser que luego me persigas en mis pesadillas xDDD
¿Perseguirte por qué? xD
El problema es que somos un pais de extremos. No entendemos que un poco de disciplina nunca viene mal, que no hace daño ni implica carencia de livertad. Y todo lo dicho por papal, que esta muy bien dicho encima ^_^. Xa-LFDM
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